lunes, 10 de octubre de 2011

El maridaje

El maridaje es la perfecta conjunción de los alimentos con el vino. Realmente combinar un alimento con un vino es considerado un verdadero arte. En los establecimientos de restauración el sumilier es el encargado de recomendarnos el vino para un determinado plato. Todo ello depende del sabor y la textura del plato, porque dependiendo de la elección, el vino nos producirá una reacción diferente al mezclarse en nuestra boca. Según el vino o el alimento que escojamos será una sensación nueva en el paladar.

Muchas veces nos preguntamos, ¿qué vino será mejor para una carne roja?, ¿cuál elegir para un queso? o quizás para un postre de chocolate? Porque aunque casi todos los vinos podrían combinar con dichos platos, existen unos determinados vinos con el que realzaremos el sabor.

Desde siempre hay una vieja creencia que los vinos tintos son para las carnes y los vinos blancos para los pescados, pero no es así. Porque una carne blanca puede maridar muy bien con un blanco barrica, y un pescado azul con un vino tinto joven. También hay que tener en cuenta que cada persona y cada paladar son diferentes y le pueden gustar cosas distintas, así que no hay una ciencia exacta acerca del tema.

Voy a dar algunas sugerencias de maridajes que pueden resultar interesantes. Para una carne roja tipo chuleta o solomillo lo ideal sería un vino tinto crianza o reserva con mucho cuerpo y persistencia. Para carnes blancas, un vino crianza o reserva si la carne tiene salsas consistentes, como por ejemplo una salsa de champiñones y un vino blanco si hacemos un asado sazonándolo con limón y hierbas aromáticas.

Como comentamos antes, un pescado con sabor fuerte marida muy bien con un tinto joven. Los pescados con menos cuerpo toleran un vino rosado, como por ejemplo un atún y los pescados más suaves, un blanco.

En el tema de la pasta todo depende de la salsa que le añadamos. Para una salsa boloñesa sería recomendable un vino tinto, para una pasta ligera condimentada con especias elegiríamos un vino rosado que ensalce las cualidades del plato y para una salsa al pesto o marinero lo ideal sería un vino blanco.

Llegamos a los postres, el momento para los golosos de la casa. Para los postres que tengan como base las frutas serían recomendables los malvasías dulces de Canarias, los moscateles dulces, los Sauternes o los Tokaji. Para un postre de chocolate le iría bien un tinto dulce canario, un Oporto o un Pedro Ximenez.

Espero que hayáis disfrutado tanto como un servidor con este texto. Como podéis ver existe un mundo de posibilidades para maridar un plato. Quizás a vosotros os gusten otros maridajes, pero eso es lo realmente atractivo, la diversidad de gustos y opiniones

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